Llevaba una maleta cargada con provisiones para que mi corazón no sufriera otra vez y llegado el momento el sufrimiento de mi corazón se convierte en folletín de tres al cuarto...¡cuanta tontería tengo!!!!...otro giro inesperado, otra piedra, pero esta de verdad.
Durante muchos años un amigo mio que es médico ha estado trabajando de Otorrino en el Hospital de Hellín, cuando llegaba Semana Santa y tenía guardia me contaba en tono burlón que por qué "narices" todos los tamborileros cuando se caen al suelo son incapaces de poner las manos y en vez de estas ponen la cara que ,o bien se raspa con el asfalto, o bien se incrusta en algún torno de tambor...la de huevos que he sacado con él riéndome al imaginármelo cosiendo narices de gente vestida con túnica, del panorama visual de los que llevan a los heridos a urgencias con sus tambores al hombro o sus túnicas negras o de colores según sean Tobarreños o Hellineros mezclados con las batas blancas del hospital...
El Viernes Santo a mi prima y a mi se nos cortó la digestión de procesión y bendición, ahora visto en la distancia de los días me hace gracia recordar cuando estábamos en urgencias de Tobarra las dos vestidas de nazareno, en la ambulancia, en el hospital..con las miradas clavadas como preguntando ¿ y estas?...
Una urgencia es una urgencia no da tiempo ni a pensar y mucho menos a mirarte lo que llevas puesto encima, y luego no os penséis que estaba mejor vestida cuando me quité la túnica , por que tenemos ( o tengo) la mala costumbre de poner debajo de la túnica lo más viejo y raro que hay por casa, con lo cual cuando me la pude quitar ya bien entrada la tarde no había manera de compaginar mis zapatos negros de abuela , con los pantalones de pitillo y la camiseta talla XXXL con la leyenda "GALICIA VIVE"...si ya lo dicen las abuelas, bragas limpias y ropa decente por si te pasa algo y tienes que ir al hospital...que ciertamente nunca se sabe cuando te puede tocar.
En realidad no me importa mucho el ridículo de mi vestimenta, ni haberme perdido mucha o poca Semana Santa, ahora sólo me importa el corazón de mi madre, que el Sintrón y el Diltiazem cumplan pronto su cometido y que sepa llevar y aguantar esta nueva condición con la ayuda impagable de mis incondicionales para los cuales me falta espacio para dar gracias.
Y prometo cuando todo esto pase volver a la ironía Sabina, volver a mi forma de ver la vida y a la música que se ha quedado aparcada durante unos días.
Animo.
ResponderEliminarMuchas gracias anónimo, toda intención de aliento en bien recibida.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte. Cuelgo ahora el ordenador para dártelo por teléfono. No sabía nada. Que me tenga q enterar por aquí...ya te vale.
ResponderEliminarBesos
eva
Todo va a ir bien, no te preocupes.
ResponderEliminarMiles de besos.
Eva y primo...muchas gracias por todo, incluidos los besos y abrazos que tanto me han aliviado en estos días dificilillos.
ResponderEliminarMás ánimo y la mejor voluntad para que todo vaya bien.
ResponderEliminarNo sólo ánimo, sino FUERZA, mucha FUERZA.
ResponderEliminarBesos desde el otro lado del mundo.
EDUARDO
Muchas gracias anónimo, es bien recibido.
ResponderEliminarEduardo, gracias, me hace mucha ilusión que te pases por el blog.
Besos