LA LUZ DE LAS TARDES DE MITAD DE AGOSTO

Probablemente si las Fiestas de Tobarra no fueran para San Roque, yo nunca me hubiera fijado en la luz de las tardes de esta época del año, lo mismo que si no hubiera Semana Santa tampoco me daría cuenta que el olor y el color de los días próximos a esa fecha son diferentes...puede ser causa física , pero yo estoy convencida de que es causa emocional.

El día nueve o diez de Agosto al mismo levantarnos lo primero que hacíamos mi hermana yo era asomarnos a la ventana a ver si había venido el camión de "La Ola". En los años setenta y ochenta ( y creo que alguno de los noventa) la Feria se ponía en mi calle. En mi puerta ponían "La Ola", un poco más arriba las colchonetas y los coches de choque y en la zona de Patri y el Usi, los puestos de chuches y los caballitos.
Ver el camión con las tazas, los bancos y las focas asomando con sus sonrisas y sus pelotas gigantes de colorines haciendo equilibrio en las narices significaba que para nosotras las Fiestas ya habían comenzado.
Probablemente si nos hubieran dejado algún año a mi hermana y a mi participar en el montaje de la atracción hubiéramos sido casi que ingenieras por que nos pasábamos las horas muertas viendo como la montaban de principio a fin...y claro, a los feriantes.... La Ola era de una familia de Hellín, que con los años ha acabado viviendo en Tobarra. La carabana en la que ellos vivían mientras duraban las fiestas era pequeñísima y la ponían al lado de la casa de mis abuelos, y por las noches, ya tarde ,cuando cerraban y mis abuelos cerraban la discoteca, se sentaban todos a tomar "el fresco" en la calle hasta las tantas. Los de La Ola tenía tres hijos, la mayor, Lola, Paco y Mari Fe. A mi me gustaba Paco, que debía tener como diez años más que yo, y sólo me montaba en la atracción cuando era él el que recogía las fichas....y Mari Fe era como un ídolo a seguir, una chica guapa unos cinco años mayor que yo, que iba de feria en feria....me encantaba pensar que tenía una vida maravillosa y que conocía muchísimos sitios y siempre a mucha gente y oyendo música sin parar....( ¡cosas de chiquilla de nueve años!).
Como durante dos semana éramos vecinos yo jamás pagué un solo viaje en La Ola, bueno ni en los caballitos ,ni en los coches de choque ( también hay historia sobre ellos pero para otro día)...me daba un gustirrinín especial que durante las fiestas mis amigos me tuvieran "pelusilla" por eso, aunque casi siempre los invitaba conmigo...

La luz de mediados de Agosto es la luz de las ocho de la tarde, cuando ya va bajando el calor, las calles huelen a húmedo por que los bares riegan las terrazas...y sobre todo por que a esa hora abren la Feria.

Con los años La Ola dejó de estar de moda y la Feria cambió de sitio, aunque la familia que la llevaba siguen siendo feriantes, y desde que nacieron mis hijos y los llevo a la Feria, cuando voy a sacar fichas para los caballitos que se llaman "Sara Fe", Paco siempre me regala dos o tres fichas más....bueno me regalaba, por que , a pesar de tener cincuenta años ahora parece que tiene ochenta, porque desde hace uno, un cáncer se lo come sin remedio, y cuando antes de ayer fui a sus caballitos y no lo reconocí en un principio y al rato vi que era el hombre fuerte que cargaba los tacos de madera de diez en diez...pero que ahora andaba encorbado, sin pelos y sin su lustre, me vino a la cabeza mis años de La Ola...sus años de La Ola.

Las atracciones de feria sin música no son nada y La Ola, sin Gloria tampoco....¡ánimo Paco!