Algunos de los que me venís siguiendo desde hace años pensaréis que por qué narices cada vez que llegan estas fechas tengo que hablar de La Semana Santa de Tobarra y la verdad es que no tengo por qué hablar, pero para los tobarreños es una fiesta muy especial, tanto que de una manera u otra nos marca y por diversos motivos nos hace que la pregonemos a diestro y siniestro, a veces sin medida alguna, vamos , que podemos ser unos auténticos plastas con el tema. Y plasta voy a ser hoy aunque no tenga por qué.
Con los años he descubierto que nuestra relación, la de los tobarreños con La Semana Santa es como una relación sexual, sí, no he perdido la cabeza por mezclar algo religioso con el sexo y es muy cuerdo lo que digo por que la de Tobarra es una celebración mucho más pagana que religiosa.
Pienso que los tobarreños nos enfrentamos todos los años a una relación sexual primaveral ,cada uno a su manera, unos de sexo con amor, otros de sexo adolescente, otros maduro, otros de sexo puro y duro y , los menos, creo yo, en plan casto y puro.
Todos o casi todos hacemos preliminares, entramos en materia con la pasión contenida durante un año, llegamos al orgasmo y nos fumamos un "cigarro" buscando descanso cuando termina la faena.
Yo particularmente hago, salvo contadas excepciones, unos preliminares cortos , la distancia hace que tenga contacto con la Semana Santa sólo unos pocos meses antes , atrás dejé esos años interminables en los que comía, dormía, trabajaba, escribía, meaba y cagaba hablando y oyendo hablar de Semana Santa, eran preliminares tan largos que me perdía en ellos y no llegaba al orgasmo ni por equivocación con lo cual ahora hago lo justo, días antes cojo los libros que editan en el pueblo sobre Semana Santa y me lleno con las letras, las vivencias y las lágrimas e ilusiones de otros, hago un viaje a Tobarra un fin de semana antes para escuchar los ensayos de las bandas, oír hablar de procesiones, sacar las túnicas y me vuelvo a Castellón para seguir con mi vida y dejar que las ganas de que llegue Miércoles Santo permanezcan intactas. Y así es, me cuelgo el tambor el Miércoles y me transformo en lo que nos transformamos casi todos cuando pisamos ese día el pueblo o incluso los que viven allí pero se cuelgan el tambor por primera vez, me transformo en una amante desmedida de la Semana Santa de Tobarra. El ansia me puede y normalmente yo tengo al orgasmo el mismo Miércoles... ( ea, lo que se viene llamando eyaculación precoz)
La fiesta se concentra principalmente en 104 horas ininterrumpidas de tambor y procesiones de miércoles a domingo, con lo cual hay momentos para elegir el clímax semanasantero y otros lo tienen el Jueves cuando bajan por la calle Mayor rodeados de túnicas de colores y tambores , otros el Viernes en el Calvario y algunos aguantan hasta el Domingo de Resurrección y culminan con el cierre, pero yo no, el Miércoles es mi día, tanto que el resto de días son un mar del altibajos, con arrechuchamientos el Jueves Santo , con besos y abrazos el Viernes Santo en la Bendición que van decayendo el Viernes por la noche y no digamos ya el Sábado que en un intento de mantener la pasión estiro las caricias hasta el Domingo por la mañana pero "los bailes" y el Encuentro me dejan chof , de manera que el resto del día cuento las horas para que dejen de sonar los tambores y descansar... más bien DESCANSAR , hasta que el cuerpo y sobre todo mi cabeza encuentren el momento oportuno para volver a empezar con esta extraña y duradera relación sexual.
A parte de mis orgasmos ( o nuestros orgasmos) con la Semana Santa, en Tobarra vivimos muchos momentos especiales esos días, algunos buenos y otros no tanto, son demasiadas horas en la calle, mucho cansancio y también mucho alcohol, pero este año en especial ha habido ratos buenísimos y he sacado unas fotos que son muestra de ello. También he aprendido con los años que nuestra celebración es tan "especial" que no la entiende todo el mundo, con lo cual ya no insisto tanto con ella a nadie, pero si os aseguro que si la vierais no os dejaría indiferentes.
Algunos momentos de este año giraron alrededor de nuestro Garuto y nuestro sensacional Pregonero Pepe Coy al que le tengo que agradecer públicamente su generosidad y el que sea capaz de hacernos reír y disfrutar.
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El escenario de nuestro Pregón |
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Pepe Coy, nuestro sensacional e irrepetible Pregonero. OLÉ!!! |
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Visita de TVE que aparcó en la puerta del garuto |
Un jamón que hermanó hasta que tocó hueso.
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Yo misma luchando contra el pobre jamón |
El calor y la procesión.
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Viernes Santo por la mañana, casi 30º y vestidos de terciopelo, ¿hay mayor flagelación ?. Mi amigo Maxi me inmortalizó |
La música.
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Horas de procesión disfrutando de la Unión Musical Santa Cecilia, ¡y gratis!!! . No se puede pedir más |
Las flores. Nada mejor para dar color y vistosidad a las procesiones. Imprescindibles.
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Bendición en el Calvario |
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Las Rosas de Nuestro Padre Jesús preparadas para decorar su trono. Blanco verdoso. Impresionantes |
Y el Convento olvidado durante tantos años.
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Nuestro Padre Jesús en el Convento, ¡qué imagen más rara! no terminé de acostumbrarme
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Las nuevas almohadillas , ¡me encantaron! |
Tambores, tambores, tambores.....buffff
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El impresionante tambor nuevo de mi hermana |
Ah , y por supuesto la familia y los amigos, de los que no pongo fotos por que la intimidad, en cualquier relación , es lo primero de todo.
A día de hoy sigo recuperándome del ajetreo, pero con la certeza de que me queda pasión para rato. Al año que viene más y mejor.
(Las fotos son reguleras, el móvil y yo no hacemos buen tamdem fotográfico...)